sábado, 27 de mayo de 2006

ERES TÚ

Eres tú. Eres tú el que no se me va de la mente. Eres tú el que me provoca esas ganas de sacarte de mi cabeza, para tenerte frente a mi. Eres tú el que me deja sin aire, el que me presiona el pecho tanto que siento que no voy a poder respirar si no te tengo cerca. Eres tú por el que sería capaz de desaparecer si eso te sirviera. Eres tú por el cual no tengo miedo, si me arriesgo y caigo, quiero caer sola, y no tengo miedo a hacerlo. Eres tú quien no debe sufrir, quien pone las reglas, por que no soy quien para pedir nada, por que sería despreciable por mi parte pedir nada. Es por ti, por lo que a veces no sé como actuar, por quien me muerdo la lengua, sin saber si hago bien. Tú eres el que, en los días malos, no te vas de mi mente, y el saber lo que hay, o lo que en algún momento hubo me hace sentirme viva. Eres tú el que me provoca esta sensación de querer amarrarlo todo, de querer saber con tanta claridad como yo sé que siempre estaré, que siempre estarás.

martes, 23 de mayo de 2006

SUS DEDOS

Me hubiera gustado cogerle la mano. Me hubiera gustado que se hubiera a cercado a mi y me hubiera robado un beso. Me hubiera gustado que sus manos hubieran recorrido toda mi espalda, despacio, que sus dedos rozasen lentamente cada parte de mi. En un momento lo noté. Todo lo que se puede llegar a decir con un leve movimiento de dedos acariciando. Nadie lo ve, nadie se da cuenta, pero la comunicación es enorme. Las sensaciones se agolpan, me sentí segura, arropada, querida, amada, protegida… y solo con un leve movimiento de sus dedos. Eso es tener mucho poder.

jueves, 18 de mayo de 2006

OJOS TRISTES


"Se sintió desesperada, sintiendo que una oscura soledad iba invadiéndola por dentro, con zancadas que más se asemejaban a calientes dentelladas. Aquí y allí, arriba y abajo, por todas partes en realidad el barco hacía aguas, el síntoma inequívoco de que las dimensiones del problema escoraban mi mundo al completo. Poco a poco, sentía que todo, absolutamente todo se tornaba un dilema: ir hacia este lado o ir hacia este otro. Y en realidad, quería quedarse quieta, en silencio, callada. Cerrar los ojos y pensar que nadie la miraba. Pero todas las miradas se posaban sobre ella. No podía respirar. No podía respirar. Y sin embargo, respiraba. Sabía muchas cosas. Muchas. Pero tenía que seguir adelante. Sólo por todos los que aguardaban una respuesta, sólo por todos para quienes su vida era tan importante. Tenía que seguir ofreciendo sentido a aquello que ya no lo tenía. Tenía que seguir."

Autor desconocido
"La penumbra"

Y me quedo en el “No podía respirar”. No sé si tengo que seguir.

Esto me está superando con creces. Es demasiado. He conseguido bajar a lo más bajo, he conseguido no tener ganas de andar, sentirme débil, sentirme sin ganas de seguir. Solo con ganas de desaparecer. Quiero cambiarlo todo, quiero… en realidad, ni fuerzas tengo para querer. Solo para permanecer, por que no puedo huir, tendré que enfrentar esto, igual que he sido fuerte ante otras cosas. Pero ante esto no sé si podré.

Ojos tristes. Lleváis mucho tiempo así. Esos destellos que asomaban, que alegraban, que hacían mirarlos; van desapareciendo. Poco a poco todos los rincones llenos de alegría se van esfumando, para dejar sitio a la tristeza. Experiencia, que va dejando huella en ellos, que va apagando esas lucecitas que los hacía brillar. Ya no miras como antes, ya no retas al mirar, sabes que su magia se está perdiendo, que la vida va dejando sus puñales en ellos. Ojos hoy hinchados, llorosos… la señal de que un nuevo puñal se está clavando para siempre. Te miras al espejo y ya no te reconoces, esa mirada no es la tuya. Esta vida no es la que quieres. Los usas para mirar a tu alrededor, y darte cuenta de que lo que te rodea te supera. No tienes ni la confianza, ni la seguridad, ni las fuerzas para llevarlo todo a tus espaldas sola.

Que fácil es derrumbarlo todo cuando los cimientos son malos. Cuando el terreno no es firme, las casas se caen. Y que hacer si mis pies están asentados en terreno arenoso? Me balanceo, hacia un lado, hacia el otro… hasta caer Y ahora, al intentar levantarme, me estoy hundiendo.

No, desde luego esa mirada ya no volverá a se la de antes. Mírala y olvídala.

jueves, 11 de mayo de 2006

EL MANZANO

Estoy manteniendo una conversación interesante con L.A.



L.A.:

Las mujeres somos como manzanas en los árboles...

Las mejores están en la copa del árbol. Los hombres no quieren alcanzar las mejores, porque tienen miedo de caer y herirse. En cambio, toman las manzanas podridas que han caído a tierra y que aunque no son tan buenas, son fáciles de alcanzar. Así que las manzanas que están en la copa del árbol, piensan para si, que algo esta mal con ellas, cuando en realidad, "Ellas son grandiosas". Simplemente tienen que ser paciente y esperar a que el hombre correcto llegue, aquel que sea lo suficientemente valiente para trepar hasta la cima del árbol por ellas. No nos caigamos para ser alcanzadas, quien nos necesite y quiera hará TODO para alcanzarnos.... La mujer salió de la costilla del hombre, no de los pies para ser pisoteada, ni de la cabeza para ser superior. Sino del lado para ser igual debajo del brazo para ser protegida, y al lado del corazón para ser amada...

Lhuna:

Cuantas de las mujeres que lean esto pensarán que están en lo alto del arbol? Cuantas pensarán que están tiradas en el suelo? a cuantas les guataría pensar que estan arriba pero en realidad están abajo? Como saber si estás arriba o abajo.... alguna reconocería que está en el suelo? Que es facilona? o mejor dicho, que la relación que tiene con su pareja se basa en: hasta que no encuentre algo mejor, me quedo con esto, me conformo, y si para encontrar algo mejor me tengo que arriesgar demasiado también me quedo con esto... Crees que nosotras sabemos quienes son los que verdaderamente luchan por nosotras? Los que arriesgan? Los que lo darían todo por tenernos? Supongo que sería bonito pensar que estas al lado de un hombre que subió y arriesgó por tí, pero quien sabe, igual resultaste la más facil de alcanzar...

L.A.:

Mi respuesta, una nueva pregunta: ¿pintan los hombres algo?, lo digo pq según lo escrito por mi y lo respondido por ti...parece q tienen un papel "secundario"

Lhuna:

¿Qué si pintan algo los hombres en todo esto? Para mi lo pintan todo. Es cierto que siempre dicen que somos nosotras las que elegimos, y es cierto que, si nos movemos en el ámbito de la seducción, somos nosotras las que os buscamos. Es fácil hacer la prueba. Te vas una noche a una discoteca, oteas, escoges uno y empiezas a atacar. Resulta fácil, todo es cuestión de buscarlo. Es más, puede que hasta tengas ataques por varios frentes y puedas elegir. Hasta donde llegar es cosa tuya (mia me refiero). Pero creo que con el tema del manzano estamos hablando de llegar a algo más.
Las mujeres somos fáciles de conquistar, las palabras nos derriten, las caballerosidad nos encanta, con un ligero roce de una mano por la espalda nos seducís. Todo es cuestión de saber hacerlo, todo es cuestión, no de subir a por la manzana, sino de subir la manzana, de hacer que esa manzana crea que siempre ha estado arriba y que él haría todo lo posible por ella. Pero el día a día, hace que poco a poco vayas bajando ramas. En el recuerdo queda esa maravillosa vista que tenías cuando eras la manzana más alta del árbol, esa que con cada palabra, con cada caricia conseguía sentirse feliz, y no tenía ojos más que para su adulador.
Es normal, hay que bajar, estar arriba siempre es engañoso, y peligroso. Es más seguro estar un poco más abajo, con más ramas donde apoyarte, donde si caes, la caída sea menor.
Y sois vosotros lo que lo manejáis. Creo que muchas veces no os dais cuenta del poder que tenéis. Te tropiezas con alguien, que consigue despertarte, que te hace sentir de nuevo esos cosquilleos que se sientes en el estómago cuando se produce una subida, y que ocurra esto es una pasada. No hay que tirarse a la piscina, no, no es esa la idea, la idea es sentir el cosquilleo, simplemente, sin necesitar nada más. Y eso lo hacéis vosotros.
No hay super mujeres arriba, y mujeres facilotas abajo. Hay mujeres al lado de hombres que las hacen sentir arriba, o mujeres al lado de hombres que las ponen abajo.
Que en esta vida todo es relativo.