miércoles, 25 de julio de 2007

ÁMAME A ESCONDIDAS

Ámame a escondidas. Recorre mi espalda contando cada lunar y entrecrúzalos formando lazadas. Besa mis muslos, lame mis corvas. Enreda tus dedos con los míos. Provócame deseo oculto. Bésame con la mirada. Recorre mis nudillos despacio, que tus yemas se paren en cada protuberancia y se deleiten como si fuera la primera y la última vez que lo fuesen a tocar. Dedícame sonrisas de deseo que mis labios sepan interpretar. Paraliza el tiempo por un momento, por mi momento, y desaparece, para hacerlo más intenso. Mándame esa palabra que robe todas las mías y atesóralas por que nunca saldrán de mi boca. Rodea mi cintura con tus brazos para no dejarme caer, para estabilizarme cuando me empeño en andar a la pata coja y me tambaleo. Grítame cuando no quiero abrir los ojos. Retén con fuerza mi pelvis, como si en cualquier momento fuese a convertirme en mariposa y echar a volar. Recorre mi cara, memoriza sus sendas, aprende a ir de un sitio a otro, yo siempre te mostraré el camino. Quema mis lágrimas con el fuego de tu rabia al verlas aparecer. Tápame la boca cuando sorda de placer pretenda sacar de mí el último aliento. No dejes de moverte. Mírame cuando no te mire, y me verás de verdad. Llámame cuando esté a tu lado como si estuviese a miles de kilómetros. Deja jugar a tus dedos. Camina delante de mí, y párate a esperarme, para seguir juntos bajo las sábanas hasta el final. Arráncame el aire hasta que tenga que curvar mi espalda para tomarlo. Calla lo que sientes y dámelo en tus silencios. Perfuma mi pijama con tu ausencia. Y ámame a escondidas.

domingo, 22 de julio de 2007

CONFORMARSE


Y habrá que conformarse. Pues no nos queda más, es lo único que tenemos. No sé si es lo mejor que podemos tener, pero es lo que hay. Y si no lo quieres, por qué permaneces ahí, por qué sigues empeñado en mantener algo que te duele. Si tanto te ata, si tan poco te importa, si lo que deseas es huir, salir, separarte porque no lo soportas. ¿Por qué sigues aquí? Si me miras y ya no quieres estar a mi lado, si me tocas y ya no me acaricias, si me besas y es solo compromiso, ¿Por qué sigues aquí? Me haces daño, me mientes, me haces sentir culpable, me llamas rara, loca, extraña, inestable… si sabes que nada va a cambiar, que lo que queda es penitencia ¿Por qué sigues aquí? ¿Por qué? Por que es lo que hay, por que es lo único que tenemos, por que me sigues queriendo. Hay amores que matan, ¿no dicen eso? Así es mi amor, va matando todo lo que hay alrededor, porque soy rara, porque estoy loca, porque soy una inestable. Y además, estoy sola, sólo te tengo a ti, solo a ti para dañar o para hacer feliz. Para que sonrías, para que quieras estar conmigo o para que quieras huir lejos y no tener que aguantarme. Y sigo sin entender ¿Por qué sigues aquí?

¿Por qué no sé decir basta? Por qué no sé parar el dolor que genero, por qué no soy capaz de darme cuenta que ya no me quieres, que se terminó todo, que esto es simplemente lo que hay. ¿Por qué hay que conformarse?

Hace tanto tiempo que no siento una caricia tuya.

martes, 10 de julio de 2007

TANTO



Te quiero tanto que no te dejaré ir nunca.

Te quiero tanto que no te meteré en mi mundo de exigencias.

Te quiero tanto que te dejaré de querer para no dañarte.

Te quiero tanto que soñaré que me acaricias las piernas.

Te quiero tanto que andaré a tu lado en silencio para siempre.

Te quiero tanto que silenciaré palabras, apagaré velas y cortaré dedos.

Te quiero tanto que te mantendré alejado de mí.

Te quiero tanto como para no contártelo.

Te quiero tanto que tus manos se dibujan caramelos húmedos a los que pegarse, tu torso cojines en los que envolverse y tus ojos desafíos imposibles de dejar de mirar.

Te quiero tanto que el día se pasa en tu recuerdo.

Te quiero tanto que ensueño tu querer cortando los flecos que sobresalen para que no se ensucien.

Te quiero tanto que sé que me quieres… tanto.

viernes, 6 de julio de 2007

EL MACHO

Mi forma de querer llena a las personas. Nadie necesita más cuando está conmigo. ¿Sabes lo que es regalar los oídos? A eso me dedico. Visualizo la presa, la estudio y voy a por ella. Me excita hacerlo. Saber que si mantuviese la boca cerrada ella nunca se fijaría en mí. Pero en ese momento despliego mi palabrería y consigo atraerla. Sé lo que ellas quieren, no quieren alguien que se lo ofrezca todo desde el principio. Quieren alguien que las haga sufrir, por que en el fondo les va la marcha. Menos que a mi, jajajajaja, pero aunque digan que no, les gusta. Y más aun cuando les muestras lo imposible que es “nuestro amor”. Entonces te puedes tirar a esperarlas, por que en ese momento son ellas las que lucharán. Me encanta esa sensación de ser deseado.


La mejor parte de todo es el juego. Tiene que ser lento, tranquilo, con sus pausas. Si lo aceleras todo, la diversión no es la misma. Es como hacer el amor, hay que ir poco a poco. Aunque un buen polvo lascivo, corto y acalorado nunca está de más. Pero bueno, que en este caso estamos hablando de otra cosa, y esta tiene que ser tranquila. Ellas no se van a descubrir a ti tan fácilmente, por eso tienes que hacer algo de teatro. Tienes que aparentar que tus vivencias son tan intensas, tan íntimas… tus problemas tan PROBLEMAS, que no sabes si debes contárselo. Lo harás, por supuesto, pero debes mantener la intriga una temporada. La mujer es cotilla por naturaleza, no puede evitarlo. Una vez contada toda la sarta de vivencias exageradas al máximo, ya empiezas a tener su confianza. Ahora será ella la que te cuente sus historias, sus problemas (siempre los tienen), hasta que te conviertas en un apoyo para ella. Pero no dejemos que se equivoque, que te vea como lo que no queremos. Tu objetivo no es ser un paño de lágrimas. ¿Y como conseguirlo? Muy fácil, ahora es cuando tienes que regalarle el oído, tanto física como intelectualmente. Nunca falla, por que tú, su confidente, serías incapaz de mentirla.

De aquí a la cama hay un paso. Unos cuantos roces cuando nadie parece verlo, unas cuantas miradas cuando todo el mundo está en otros temas, sonrisas cómplices, algún que otro “te echo de menos”… y sutilmente la invitas a tomar algo, siempre dejándola claro que nada puede suceder, que lo vuestro es imposible, pero que te encanta estar con ella, que no puedes evitarlo. Con cara de no quiero que pase, te la cepillas.

¿Y ahora que? Ahora tienes un problema, esto no ha sido un revolcón de una noche. Ha sido más intenso, más divertido, más largo… pero ya terminó. Claro, esto ella no lo entiende. Ahora entra el factor “a ver como me la quito de encima”. Hay que seguir con la cara de “amor imposible”. Tienes que hacerla ver que lo vuestro no puede ser. Ella se pondrá pesada, te llamará, querrá volver a quedar. Oye! pues queda, que una alegría para el cuerpo nunca viene mal, y para hacer el papel de lastimoso siempre hay tiempo.

Llegado un momento, tras dar algunas largas, es necesario desaparecer. Ojo! Déjala claro que es por su bien, por que así no puede seguir, por que es demasiado para su pequeño cuerpecito y su débil mente. Desapareces para ella, y reapareces como el ave fénix para otra. Otra que te pone a cien, y a la que vas a conseguir meter en la cama. Una más.

¿Y crees que así se es feliz? Pues sí, lo soy, soy un desgraciado feliz, incapaz de aceptarme a mi mismo con mis defectos e incapaz de mostrárselos a nadie. Acomplejado, y necesitado de demostrarme a mi mismo constantemente lo que valgo. Por que valgo mucho. Y soy feliz.