miércoles, 24 de septiembre de 2008

IMAGINANDO LA VIDA


¿Cuántas veces has hecho una imagen en tu mente de los acontecimientos futuros? ¿Cuántas veces te has montado tu película sobre como van a salir las cosas? Y ¿cuántas veces te has equivocado?

Yo muchas, muchísimas veces he recreado en mi mente situaciones futuras, confiando que las cosas serían justo como yo las estaba imaginando. Y de esta manera forzaba los comportamientos de los demás, sus palabras y sus hechos a aquello que yo anhelaba. ¿Y equivocaciones? Creo que el 100% de ellas.

Pero me sigue resultando inevitable hacerlo. Sigo siendo una soñadora, una estúpida soñadora que sigue imaginando su vida tal y como le gustaría que fuera.

En nuestra vida no solo estamos nosotros. Y aun diría más, no sólo estamos nosotros y los demás, están las circunstancias, esos jodidos acontecimientos que dan al traste con todo. Los tres factores cambian la imagen de tu vida.

Los demás, nunca reaccionan como quieres que lo hagan, evidentemente. Aunque esto no siempre es una desilusión. Veces contadas las reacciones de los demás se convierten en agradables sorpresas, desmontando la imagen que tenías hecha, pero grabando otra mucho mejor.

Los acontecimientos, los hechos, las cosas tal y como son… como son, no hay más que decir, no hay más que luchar, solo queda agachar la cabeza, asumir (y hay veces que cuesta) que son así, son como son. Los acontecimientos se presentan delante de ti, las situaciones dan la cara de repente, y tienes que afrontarlas.

Pero lo que se lleva peor es romper la imagen de tu vida por ti misma. Por no tener la fuerza de voluntar, el coraje de afrontar la situación, de dar el paso, de seguir adelante, de luchar por aquello que has imaginado. Te sientes derrotada. Agachas la cabeza y aceptas que te han ganado. Empiezas a conocerte, aunque no quieras aceptarte, así eres, una soñadora sin coraje.

domingo, 14 de septiembre de 2008

SAMUEL



En la vida hay momentos que nunca jamás olvidarás. Uno de ellos lo viví hace un mes. ¿Explicarlo con palabras? Imposible, hay que vivirlo, no soy capaz de describir lo que se llega a sentir. Lo intentas imaginar, ya que la gente te dice que ese va a ser un momento muy importante, pero no, nada de lo que imagines tiene algo que ver con lo que se vive en ese instante.

Es el momento de ver por primera vez la cara de la cosita que llevas teniendo nueve meses dentro de ti. En ese momento mis brazos estaban ocupados, una vía en uno, controlando la tensión en el otro… no puede cogerle, pero acercaron su carita a la mía. Fue algo increíble.

Se le empieza a querer desde ese momento, más de lo que te has podido imaginar. De repente surgen en ti miles de instintos que ignorabas que tenías. Le he dado más besos a él en este mes que a toda la gente que conozco junta, y eso que yo soy poco o nada besucona. Y como esto, te descubres haciendo cosas impensables.

Y aun ahora me quedo mirándole y pensando: ¿Cómo ha sido posible todo esto?