Mi caballero

Hoy he soñado contigo, sí, aunque parezca increíble he soñado contigo. Venías a buscarme, a rescatarme, a sacarme de aquí, como antaño. Aparecías con tu capa negra, con tu pelo negro atado en una coleta y con tu profunda mirada. Yo intentaba apartar mis ojos de los tuyos para no caer rendida, pero no pude, te miré y me sonreíste, y caí perdida ante ti.

Te esperé y apareciste, me abrazaste, me me rodeaste con tus grandes brazos y yo me dejé llevar. Me dijiste "ven, te voy a enseñar algo", y me hinche de ilusión, te seguí cogiendo tu mano. No sé que era, en ese momento desperté.

Hoy me he levantado con otro humor, hoy he pensado que aun estas por ahí, que si un día nos encontramos me sonreirás con los ojos y yo seré incapaz de no devolverte la sonrisa.

Sí, he soñado contigo.

MI NIÑO TRISTE

Ya ha llegado mi niño triste. Trae tras de sí un halo de llantos, tristezas, agobios y desilusiones. Ha llegado llorando, gimiendo, con dolores. Ha venido a sufrir, a encerrar en una cárcel a los que le rodean. Ha venido a descolocar todo lo que está en su sitio, y a desplazar aun más lo que estaba mal puesto.

Vive sin dejar vivir, vive quitando aliento, quitando sueño y sueños, quitando personas, dejando seres, que se levantan cada día por que hay que hacerlo; que hacen lo que hay que hacer.

Mi niño triste llora, y yo lloro con él. Mi niño triste ríe, y yo lloro.

El reloj se lo llevará todo, el reloj lo volverá a ir poniendo todo en su sitio, o casi todo. El reloj tendrá la última palabra.

Levántate ya! que tu niño triste llora.