Más débil aun de lo que pensaba. Si es un desastre, no lo
ves… Ei! Que sí, que me miras y me ves, que me ves de verdad. No, no entres
más, que rompo a llorar. De verdad me estás viendo? No solo me miras, de verdad
me estás viendo.
Cuidado que viene la daga, que cortará esa mirada, ten
cuidado que ya viene. Ten cuidado que nada se cree, que ella lo sabe todo y es
de las que mira, mira mucho, de las que todo lo sabe, pero nada ve. Y no ve
nada por que ya lo sabe todo.
Que te creías que todo estaba superado eh?
Que pensabas, que cuando te tocaran no te ibas a estremecer.
Es tan fácil hacerte llorar, tan tan sencillo. Que pasa, que ahora quieres una
almohada para llorar, un ratito a solas para sangrar? Pues es que no me viene
bien. Ahora no.
¿Y si viniera para volver a bailar contigo? Y si te volviera
a coger la mano, acariciándola como antes. Y si apretara tu cuerpo contra el
suyo, si rozara su pierna entre las tuyas, y la tuya jugase miedosa entre las
de él. No serías capaz de decirle que no. Te mueres de ganas, NO DIGAS QUE NO,
estás en sus manos.
Llora, pero no dejes de acaríciate, no dejes de acariciar en
sueños esa cintura, que algún día alguien asirá con fuerza, sabiendo lo que
necesitas. Haciéndote llorar de verdad, por que te está viendo.
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