lunes, 12 de junio de 2006

ME GUSTA CUANDO ME LLAMAS:



Niña

Mi niña

Paula

Pau

Preciosaaaaaaaaaaa

Pequeña

Preciosa

Pauleta

Niña mía

Doña chumé

Piecitos

P

Paupaupau

Guapísima

Canija

Bichejo

Doña alegrías

Piltrafilla

Ratona

domingo, 11 de junio de 2006

ESTAR SOLA

"Acompáñame a estar sola
A purgarme los fantasmas
A meternos en la cama sin tocarnos
Acompáñame al misterio
De no hacernos compañía
A dormir sin pretender que pase nada
Acompáñame a estar sola
Acompáñame al silencio
De charlar sin las palabras
A saber que estás ahí y yo a tu lado
Acompáñame a lo absurdo de abrazarnos sin contacto
Tú en tu sitio yo en el mío
Como un ángel de la guarda
Acompáñame a estar sola
Acompáñame
A quererte sin decirlo
A tocarte sin rozar ni el reflejo de tu piel a contraluz
A pensar en mí para vivir por ti
Acompáñame a estar sola
Acompáñame a estar sola
Para calibrar mis miedos
Para envenenar de a poco mis recuerdos
Para quererme un poquito
Y así quererte como quiero
Para desintoxicarme del pasado
Acompáñame a estar sola
Y si se apagan las luces
Y si se enciende el infierno
Y si me siento perdida
Se que tú estarás conmigo
Con un beso de rescate
Acompáñame a estar sola"



Autor: Ricardo Arjona





MI CAJITA DE SUEÑOS

Mi cajita de sueños. A veces permanece cerrada durante mucho tiempo. La vida va transcurriendo, sabiendo que ahí está ella, que está cerrada, y que todo lo que tengo en ella estará cuando la abra. Mientras, vivo la vida, la de todos los días, el ir y venir, la gente de siempre, esa que ya ha subido a otro nivel, no está en los sueños, por que su realidad es tan tangible, que casi, justo por eso, la infravaloro. Otras veces abro la caja, y ahí están mis sueños. Me gusta poder abrirla yo sola, pero me gusta más abrirla con alguien. Abrirla sola está bien, son sueños propios, son ilusiones que vas materializando, poco a poco, y que dependen de ti. Pero… necesitar de alguien para abrirla, es genial.

Mierda! Mierda de cajitas, mierda de sueños. No todo es tan bonito, no es tan bonito tener que depender de alguien para tener un sueño. Es una mierda estar esperando, andar suponiendo, andar esperando que los demás sientan como tú, o lo que es peor aun, esperar que no sientan lo mismo que tú.

Sueños, si así los llamo por algo será, seguramente por que no tengo la esperanza de que lleguen a ocurrir. Soñar despierta, eso se me da bien. Pero a veces esos sueños llegan a ser tan deseados, que me agobio. Me agobio por que perdí la oportunidad de hacerlos reales en algún momento, y por que es posible que ya nunca más se me presente esa oportunidad.

Cuando la caja está cerrada, y todo anda más o menos tranquilo, me intranquilizo. Necesito de ti, necesito que me ayudes a abrir la caja, y juntos, aunque sea por un momento, soñemos. Los dos en el mismo sueño, por que para que ese sueño me alimente necesito que tú, que tú real, estés conmigo.

Alimentar la esperanza de lo que nunca sucederá, y seguir guardando en mi caja ese sueño.

lunes, 5 de junio de 2006

MATAME

Mátame los sentimientos. Por favor, mátalos. No quiero estar así, tú, que los has hecho revivir, tú, que los has creado, mátalos. Pero no así, así duele. Hazlo con calma, gradualmente, déjame que te olvide, permíteme odiarte, haz que no te necesite tanto como lo hago, haz que no me desespere cada vez que pienso en abrazarte, haz que no me arrepienta de no haberte besado. Ve destruyendo ilusiones, lucecitas que brillaban, que me hacían vivir, sentirme viva. Apágalas poco a poco, no así. Así duele. Desespera la sensación de querer olvidarte, de saber que no te comprotas bien, saber que cualquiera que me hiciera esto estaría fuera de mi interés, pero tú no. Tú no por que te has metido demasiado adentro, te he metido. Y ya, no sé como sacarte, no puedo hacerlo sola, necesito tu ayuda. Quiero que me hagas daño, desilusióname, hazme escuchar de tu boca lo que a veces pasa por mi mente, para poder retenerlo, para afianzarlo, para que cuando busque motivos los encuentre, y no sólo suposiciones. Pero no lo hagas así. No es justo. Mátame, pero hazlo con calma.

viernes, 2 de junio de 2006

EL BAÑO

Se sentía cansada. Sus músculos y sus huesos pedían un descanso. Pero sobre todo era su mente la que necesitaba desconectar. Abrió el grifo del agua caliente, y la dejó correr. La bañera casi estaba llena. Cogió una goma para sujetarse el pelo, se quitó el vaquero, la camiseta y la ropa interior, e introdujo un pie en el agua. Estaba muy caliente, pero no le importaba, eso haría que sus músculos se relajaran. Poco a poco fue sumergiendo su cuerpo en el agua. El grifo seguía abierto y el agua cayendo hacía mucho ruido. Levantó la pierna para cerrarlo con el pie. Se hizo el silencio, solo el agua moviéndose mientras volvía a introducir la pierna en el agua lo rompía. Dedicó unos minutos, con los ojos cerrados, a disfrutar de la sensación de estar rodeada de esa lámina de agua, como si fuera una protección frente a todas las preocupaciones. Era un momento de calma, el mundo se para, solo disfrutar de la desnudez acariciada por el agua. Se secó las manos y cogió un libro. Mientras leía, jugaba a mover sus piernas. Un ligero movimiento creaba olas, ondas, que hacían que su pecho surgiera, sintiendo el frío al estar fuera del agua, para posteriormente verse cubierto por el agua, que juguetonamente se volvía a ir, dejándolo de nuevo al descubierto. Tiró de la goma que sujetaba su pelo, y lo dejó caer sobre sus hombros. Inclinando la cabeza hacia atrás lo sumergió todo en el agua. Permaneció así unos segundos, mirando el techo, sintiendo el peso del pelo mojado al levantar un poco la cabeza. Cerró los ojos e introdujo la cabeza entera en el agua. El agua empezaba a estar fría. Quitó el tapón, se levantó, abrió la ducha y dejó caer el agua fría sobre su cuerpo. Su piel se estremeció al notar el agua. Helada salió buscando su albornoz, con el que se tapó intentando entrar de nuevo en calor. Se puso el camisón sin preocuparse de que su pelo chorreaba agua, se sirvió un café y se sentó delante del ordenador a escribir.