sábado, 6 de enero de 2007

ASI ES LA COSA

¿Por que tengo que aguantar esto? ¿Por que tengo que hacer algo que no quiero hacer? Ahora si que las navidades se están tiñendo muy grises, cada vez más. Que no, que no tengo ganas de historias, que me dejéis sola, que se termine esto de una vez.

La decadencia, la estupidez, la inconsciencia, la simplicidad, la vergüenza… todas ellas juntas. Que ganas de no disfrutar de la vida, de no vivirla, ganas de insultar, de demostrar una superioridad inexistente. Los complejos hacen que tengas que estar defendiéndote constantemente, que no seas capaz de aceptar que a veces uno se equivoca, y que no pasa nada. No es necesario aparentar, es absurdo. Sobre todo cuando uno no está en plenas condiciones de saber lo que está diciendo, y desmesura todo, absolutamente todo.

Me afecta. Más bien me cabrea, y mucho. Es algo de lo que no puedo escapar. Y la solución a eso no es la mejor. Coger el coche con dos personas dentro y conducir a toda leche por la autovía no es lo mejor, ni que me importe una mierda los puntos del carnet llegando a 90 en ciudad. Pero me han fastidiado. No tengo la capacidad de desconectar, como parece que la tiene todo el mundo alrededor.

Llegas a casa y ni una palabra. Y el caso es que decir… no sé, joder di algo, lo que sea.

Cuando te das cuenta que algo es irremediable, que te guste o no eso será así siempre, que no está en tu mano cambiarlo, entonces es cuando tienes que decidir si lo quieres o no. Te merece la pena aguantar ahí, soportarlo, que te llegue a importar todo lo que sucede. O mejor tomas la opción de que no te importe. Esta es la más jodida, por que los sentimientos van a parte. Pero es suficiente un poquito de su parte, de la parte del otro, para que consiga ir matándolos, y de esa manera consigues ver que estas rodeada de gente que no sufre por ti. Se dedican a verse a ellos mismos, de vivir un día tras otro intentando sacar el mejor jugo para ellos, de todos, de todos los que les rodean.

Espero que ninguno de ellos espere llegar a conocerme nunca, lo tienen difícil, muy muy difícil. He puesto ya las cruces, esas que son imposibles de quitar. Y ahora, ya, ya no me callo, ya, si te sales del todo adquirido te contesto, sin problemas. Sé que gano, que os gano a cualquiera, y creo que lo sabéis, por eso no os enfrentáis.

Pero que sepáis que no necesito demostrarlo, que quizá con tres puñaladas de las vuestras aun me dejéis medio muerta, pero eso, tampoco me importa. Desde fuera os derroté, y por dentro muerta. Pero eso nunca lo sabréis, por que no llegareis a conocerme lo suficiente para saber en que puntos me duelen más las puñaladas.

Lo habéis fastidiado todo, sí. Estáis fastidiando más de lo que pensáis. Lleváis toda la vida jugando con fuego, quemándoos y curando las heridas. Pero las cicatrices están ahí, y os da igual, volvéis a las andadas. Allá vosotros, a mi me tenéis perdida ya.

No hay comentarios: